La dislipidemia es el resultado de la alteración en los niveles de colesterol o triglicéridos (TG) en la sangre, lo cual aumenta el riesgo de enfermedades como infartos cardiacos, accidentes cerebrovasculares y pancreatitis (este último particularmente con el aumento en los triglicéridos)
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El colesterol es esencial para el cuerpo porque es fuente de energía y componente fundamental de todas las células del cuerpo. También es primordial en la producción de hormonas2
Existen principalmente 2 tipos de colesterol de importancia clínica, el LDL también denominado colesterol malo que se deposita en los tejidos, principalmente en los vasos sanguíneos, produciendo alteraciones y, el colesterol HDL o colesterol bueno que lleva el colesterol malo de los tejidos periféricos hacia el hígado para su eliminación, es decir, limpia los tejidos del este componente nocivo2,3.
Los cambios en el estilo de vida constituyen el primer tratamiento para la dislipemia, dentro de estos, una dieta específica con efecto hipolipemiante (disminución de niveles de colesterol en sangre), ejercicio y el control de otros riesgos para enfermedad cardiovascular como el tabaquismo y la hipertensión. En caso de no lograrse un control o en caso de tener una enfermedad cardiovascular concomitante como infarto o accidente cerebrovascular se hace necesario el uso de medicamentos1,4,5.
Los TG son un tipo especial de grasas ya que se encuentran formados en unión con el azúcar (glucosa). Cuando estos se elevan en la sangre, aumentan el riesgo de enfermedades graves como la pancreatitis (destrucción e inflamación del páncreas, órgano indispensable para el control del azúcar y la digestión de los alimentos). El tratamiento inicial y más efectivo para el control de los triglicéridos es la dieta
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Existen algunos productos naturales como los fitoesteroles (presentes en pequeñas cantidades en nueces, legumbres, granos enteros, frutas y verduras) que disminuyen la absorción de colesterol a nivel intestinal, logrando disminuir los niveles de este último en la sangre
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Otra de las intervenciones efectivas en el manejo de la dislipemia es el ejercicio regular y el control del peso. El primero de estos se ha relacionado con el aumento de la concentración de colesterol HDL, aunque también logra disminuir otros tipos de grasas corporales; por otra parte, el control y la disminución del peso, entre 2 y 5 kg, muestra un beneficio claro en la disminución del colesterol no HDL
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